Valencia basket sigue en racha
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Valencia basket sigue en racha
Valencia Basket continúa imparable en la presente temporada y arrancó el año igual que cerró el 2015, con victoria. En este caso ante un rival de entidad como el Unicaja, que apenas presentó una batalla seria en el primer acto. A partir de ese momento fue el cuadro local el que llevó la batuta del juego y el ritmo del partido, lo que acabó desembocando en un cómodo triunfo que permite batir, con catorce, el récord de triunfos consecutivos en Liga Endesa de la temporada 2013 /14. Además, en partidos oficiales son ya 24 las victorias que suman los taronja, que igualan el gran arranque de Golden State Warriors en la NBA y continúan invictos en el curso.
Desde el salto inicial quedó claro que este encuentro era distinto. Con la Euroliga como telón de fondo, y conscientes de que por presupuesto ambos conjuntos están llamados a jugarse deportivamente la plaza que se reservará para la ACB (al margen de las Licencias A de Real Madrid, FC Barcelona y Laboral Kutxa), el ritmo e intensidad de los primeros compases fue de alto nivel. Nivel de Euroliga, que es lo que representan hoy por hoy ambas plantillas.
Bajo este escenario costó abrir brechas en el marcador. Sobre todo porque Jamar Smith anuló desde el 6,75 las mejores sensaciones que venía ya mostrando desde el inicio el Valencia Basket en su juego (15-15; min. 7). Pero era cuestión de tiempo empezar a marcar distancias.pese a las bajas de Van Rossom y Stefansson. El que tardó Pedro Martínez en introducir las primeras rotaciones. Con un equipo que juega de memoria independientemente de quién esté en la pista, en cuanto se cogió un poco de oxígeno para subir el listón defensivo el Unicaja perdió terreno.
Liderados por San Emeterio y un gran Dubljevic, los taronja ya cerraron el primer cuarto por delante en el luminoso (22-17). Sin embargo, lo mejor estaba por venir en los minutos posteriores con una defensa excepcional y un juego ofensivo que rozó la perfección en solidaridad, circulación de balón e incluso porcentajes. Sato, ante los problemas de Lucic en la mano izquierda, dio también un paso adelante para disparar a un Valencia Basket que se fue hasta los 16 puntos de renta (43-27; min. 17).
Los locales eran un auténtico vendaval, aunque no pudieron finiquitar el encuentro antes del descanso. Gran parte de culpa fue de un triple de Thomas y nuevamente de Smith (13 puntos al descanso), que con dos acciones individuales impidió que los valencianos tomaran carrerilla (46-35; min. 20). Esa ventaja limitada, y que debió ser mucho mayor después de lo que se vio en la pista, es precisamente la que dio alas a Unicaja tras la reanudación (52-45; min. 24).
El cuadro malagueño, por momentos muy tocado en la pista, buscó un último arreón que le metiera otra vez en el partido. Ahora bien, casi siempre a base de acciones individuales y esa sería su sentencia en el partido. Los de La Fonteta, con muchos más argumentos en el juego colectivo, no se desviaron lo más mínimo del guión programado. Ese que por desgaste acaba con las resistencia de unos rivales a los que les resulta imposible contener las múltiples variables del juego taronja. Y más si, como en el caso del Unicaja, llegan al último cuarto con un 11 de 19 desde la línea de tiros libres. Un factor que resultó determinante cuando se juega a este nivel (62-51; min. 30).
Pero por si acaso quedaba algún lugar a la duda, el Valencia Basket la disipó rápidamente en el último acto con un parcial de 9-3 para poner una máxima de 17 puntos en el marcador (71-54; min. 34). Ahí acabaría todo pese a los intentos del Unicaja por aferrarse al choque, ya a la desesperada, e intentar llegar al tramo final con opciones. No hubo lugar.
Desde el salto inicial quedó claro que este encuentro era distinto. Con la Euroliga como telón de fondo, y conscientes de que por presupuesto ambos conjuntos están llamados a jugarse deportivamente la plaza que se reservará para la ACB (al margen de las Licencias A de Real Madrid, FC Barcelona y Laboral Kutxa), el ritmo e intensidad de los primeros compases fue de alto nivel. Nivel de Euroliga, que es lo que representan hoy por hoy ambas plantillas.
Bajo este escenario costó abrir brechas en el marcador. Sobre todo porque Jamar Smith anuló desde el 6,75 las mejores sensaciones que venía ya mostrando desde el inicio el Valencia Basket en su juego (15-15; min. 7). Pero era cuestión de tiempo empezar a marcar distancias.pese a las bajas de Van Rossom y Stefansson. El que tardó Pedro Martínez en introducir las primeras rotaciones. Con un equipo que juega de memoria independientemente de quién esté en la pista, en cuanto se cogió un poco de oxígeno para subir el listón defensivo el Unicaja perdió terreno.
Liderados por San Emeterio y un gran Dubljevic, los taronja ya cerraron el primer cuarto por delante en el luminoso (22-17). Sin embargo, lo mejor estaba por venir en los minutos posteriores con una defensa excepcional y un juego ofensivo que rozó la perfección en solidaridad, circulación de balón e incluso porcentajes. Sato, ante los problemas de Lucic en la mano izquierda, dio también un paso adelante para disparar a un Valencia Basket que se fue hasta los 16 puntos de renta (43-27; min. 17).
Los locales eran un auténtico vendaval, aunque no pudieron finiquitar el encuentro antes del descanso. Gran parte de culpa fue de un triple de Thomas y nuevamente de Smith (13 puntos al descanso), que con dos acciones individuales impidió que los valencianos tomaran carrerilla (46-35; min. 20). Esa ventaja limitada, y que debió ser mucho mayor después de lo que se vio en la pista, es precisamente la que dio alas a Unicaja tras la reanudación (52-45; min. 24).
El cuadro malagueño, por momentos muy tocado en la pista, buscó un último arreón que le metiera otra vez en el partido. Ahora bien, casi siempre a base de acciones individuales y esa sería su sentencia en el partido. Los de La Fonteta, con muchos más argumentos en el juego colectivo, no se desviaron lo más mínimo del guión programado. Ese que por desgaste acaba con las resistencia de unos rivales a los que les resulta imposible contener las múltiples variables del juego taronja. Y más si, como en el caso del Unicaja, llegan al último cuarto con un 11 de 19 desde la línea de tiros libres. Un factor que resultó determinante cuando se juega a este nivel (62-51; min. 30).
Pero por si acaso quedaba algún lugar a la duda, el Valencia Basket la disipó rápidamente en el último acto con un parcial de 9-3 para poner una máxima de 17 puntos en el marcador (71-54; min. 34). Ahí acabaría todo pese a los intentos del Unicaja por aferrarse al choque, ya a la desesperada, e intentar llegar al tramo final con opciones. No hubo lugar.
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