El Valencia desnuda al Atlético en 13 minutos

El Valencia de Nuno superó con nota su examen más difícil hasta la fecha. Lo hizo gracias a 13 minutos de locura, en los que desbordó al Atlético (3-1) por velocidad e intensidad e hizo los tres goles que le dieron la victoria. El campeón se vio zarandeado como nunca desde la llegada de Simeone. Hay que remontarse a 2008, con Aguirre en el banquillo, para encontrar un resultado similar en contra a esas alturas de partido. No parecía el Atlético del Cholo el equipo que se estaba llevando el revolcón, pero lo era. Cuando reaccionó, tenía una losa de tres goles encima, casi imposible de levantar. Pudo hacerlo, porque marcó Mandzukic y Siqueira tuvo un penalti, pero lo desaprovecho. En la segunda parte, el Valencia guardó la ropa sin apuros y apenas sufrió.

Los dos conjuntos demostraron en Mestalla que son dos equipazos. También el Atlético, porque después de un cuarto de hora en los que cometió todos los errores posibles, se levantó y aún se vio capaz de sacar algo ante un grandísimo rival. No lo consiguió, pero no fue porque bajara los brazos. Si el objetivo parece imposible, el Atlético se empeña en conseguirlo. Tuvo dignidad para caer.

Le faltaba al Valencia un triunfo ante un gran rival para apuntalar el proyecto, para que no le acusaran de que lo suyo eran fuegos de artificio. Salió consciente de ello, con hambre. El cuadro de Nuno tiene muy buenos jugadores en todas sus líneas, incluida la defensa con Otamendi como líder. Arriba, Alcácer y Rodrigo tienen veneno y juego, y por detrás, André Gomes añade mucha clase. Con todo, el 1-0 llegó en un grave error del Atlético, en un centro cualquiera de Mustafi, sin peligro alguno, cuyo destino eran las manos de Moyá. Miranda no vio a su portero, o quizá el meta no le habló, y metió la cabeza. El balón terminó entrando mansamente en la portería.

Ese gol lo cambió todo. El Valencia se creció y el Atlético acusó el golpe como si fuera un novato y no un equipo experto en batallas. Voló el Valencia, que un minuto después golpeó de nuevo. Alcácer bajó un balón largo y tocó para André Gomes, que solucionó la jugada de forma fabulosa. Recortó a Miranda fuera del área, una vez dentro también salvó la entrada de Gámez y delante de Moyá, con poco ángulo, clavo el zurdazo raso por el primer palo. Una maravilla de gol que inflamó Mestalla. Siguió volando el Valencia, desbordando con Rodrigo y Gayá, y sufriendo el Atlético, contra las cuerdas, prácticamente noqueado.


El vendaval del Valencia terminó con un tercer tanto. Otamendi remató un córner llegando como un tren, todo potencia. No estuvo fina la defensa del Atlético y tampoco Moyá, que se quedó a medias, pero dio la sensación de que el argentino se habría llevado a cualquiera por delante en esa acción. El duelo tenía toda la pinta de estar liquidado, pero no es el Atlético un equipo que baje los brazos con 75 minutos por delante, por complicado que esté. Así que el campeón se puso manos a la obra. Si el Valencia se iba a llevar los tres puntos, le iba a hacer sudar. Y así fue.

El partido pasó entonces a jugarse en el terreno de juego del Valencia. Gabi fue uno de los primeros en mostrar la rebeldía del Atlético, y poco a poco se fueron uniendo los demás. A la media hora, Tiago y Griezmann tiraron una pared en la frontal, el portugués disparó con dureza y Alves repelió. En el rechace, Mandzukic estuvo más rápido que Barragán, puso la cabeza y dejó el balón en la red. Necesitaba el Atlético el gol para que sintiera que su esfuerzo no era en vano. El Valencia comprendió entonces que el partido no estaba ganado aún.


Hasta el descanso, el Atlético echó el resto. Pidió una mano de Barragán dentro del área en un córner. Teixeira no lo señaló, pero sí vio penalti unos minutos después en una infracción similar de Gayá. En esa ocasión, el colegiado consideró que era voluntaria. Al punto de penalti acudió Siqueira, un especialista en su época en Granada. Lanzó flojo, raso y sin colocación, algo imperdonable cuando enfrente está Diego Alves, un parapenaltis. El portero del Valencia sumó su decimotercera pena máxima detenida en Primera división. Por lo demás no fue malo el partido de Siqueira, que llegó bastante por su banda, pero esa acción marcó el resto del partido.


Con el fallo de Siqueira (o el acierto de Alves) murió el duelo. El Atlético acusó casi tanto ese golpe que los tres goles del inicio. En la segunda mitad no tuvo el mismo vigor y además acabó sin fútbol, con Arda, Griezmann y Tiago sustituidos. El Valencia, un equipazo, apenas sufrió en el segundo acto. Otamendi y Mustafi dominaron el área y Parejo creció en el centro del campo. Van siete jornadas y sigue sin perder. Esta vez el rival no era cualquier cosa. El campeón hincó la rodilla en Mestalla.

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