La curva de la felicidad

La curva estadística de Messi en los primeros partidos de Liga confirma la sensación de mejoría que trasladaba el jugador argentino, que esta temporada se ha recuperado en la mayoría de los números. Aunque no llega a las cifras de sus dos grandiosas campañas (2010-11 y 2011-12), sus cifras se aproximan a aquellas en aspectos como la participación en el juego y pases por partido, lo que denota una superior en el juego. En los siete primeros encuentros de este Liga, Messi ha intervenido 84 veces por partido, frente a 72 en la temporada 2013-14 y 80 en la 2014-15. En este capítulo de la actividad supera también al primer Messi, el de las temporadas 2007-8, 2008-9 y 2009-10.
0,85 asistencias por partido ha dado Messi en las siete jornadas de Liga
Su implicación en el juego era quizá la principal cuestión alrededor de lo que se denominó misterio Messi. Durante el último año y medio pareció un jugador más relacionado con el gol que con el juego, con un bajo índice de participación en los partidos y con una acusada tendencia a elegir los momentos de intervención. Cambió hasta las facturas de sus goles. Atrás quedaba el futbolista que marcaba goles arrolladores. Desde la mitad de la temporada 2012-13 hasta este verano, Messi había descendido en todas sus estadísticas y se había convertido en un especialista del remate. No arrollaba y regateaba mucho menos, pero se beneficiaba de su instinto en el área y de su eficacia en la definición. Se acercaba mucho más al gran especialista que al jugador total.
El asistente
Se observa su recuperación en el número de pases que produce por partido, la tercera mejor cifra de su carrera: 59 frente a 47 en la temporada 2013-14 y 57 en la 2012-13, aunque por detrás de sus estadísticas en 2011-12 (62 pases por partido) y en la 2010-11, con 70 pases, su cifra máxima. Anteriormente siempre estuvo por debajo de los promedios que ha alcanzado en los siete primeros partidos ahora.
El único promedio que baja con respecto a cada una de las últimas cinco temporadas es el de goles. Hasta ahora ha marcado 6 goles en siete encuentros, un 0,85. En la temporada anterior anotó 28 en 31 partidos (0,90). Los monstruosos números de la 2012-13 (45 goles y 1,4 de media) y 2011-2012 (50 tantos y 1,3) no asoman por ahora, quizá porque Messi ha multiplicado su rendimiento como fabricador de goles. Es en este apartado donde el argentino ofrece cifras muy superiores a las que presentaba hasta ahora.
En la actual Liga ha dado seis pases de gol, o asistencias por utilizar el viejo término baloncestístico. Suponen 0,85 por encuentro, frente a las 11 asistencias de la temporada anterior (0,35). Su mejor dato correspondía al curso 2010-11, con 19 pases de gol en 33 partidos (0,57). Es una versión novedosa de Messi, que confirma la impresión que producía su juego a los aficionados. No llega a las míticas cotas de 2011 y 2012, pero se acerca y abandona la decreciente curva del último año.

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