La Juve pone tierra de por medio

La Juventus se llevó tres puntos de oro ante la Roma en un partido que tuvo de todo. La 'Vecchia Signora' ya es líder en solitario de la Serie A tras ganar 3-2 a los de Rudi Garcia.

La primera mitad fue una auténtica locura. Dureza, polémica, tres penaltis, tres expulsados, seis cartulinas amarillas mostradas, lesión de Cáceres en una carrera con Gervinho... Ambos equipos demostraron que iban a vender cara la piel del oso si el rival quería liderar en solitario la Serie A.

La Juventus se adelantó en el marcador con un penalti polémico. Pirlo lanzó una falta directa y Maicon dio el balón con el codo. El árbitro señaló pena máxima y los jugadores de la Roma le rodearon al considerar que fue fuera del área. Tevez adelantó a la 'Vecchia Signora'. Cinco minutos después Totti pondría las tablas también desde los once metros.

El partido siguió revolucionado y antes del descanso Iturbe cerró una gran jugada del conjunto romano para adelantar a su equipo. Gervinho metió un pase espectacular a Iturbe para poner el 1-2 en el luminoso. Cuando los visitantes se pensaban que se iban a marchar a los vestuarios por delante en el marcador, un nuevo penalti polémico dio la oportunidad a la Juve para empatar el choque. Pogba fue derribado fuera del área de la Roma y el árbitro lo interpretó como penalti. El 'Apache' Tevez no perdonó.

En la segunda parte el cansancio hizo acto de presencia en el seno de la Roma... y eso lo aprovechó la Juventus para acercarse un poco más a las inmediaciones de la portería de Skorupski. Allegri dio entrada a Morata por Fernando Llorente para romper el empate. El ex del Real Madrid lo intentó pero no logró lo que se pretendía. Estuvo a punto de conseguirlo en los minutos finales, cuando remató de cabeza y el balón acabó en la madera.

Bonucci dio los tres puntos a la 'Vecchia Signora tras marcar un golazo desde la frontal. Justo después, Morata y Manolas acabaron expulsados después de que el español hiciera una entrada al jugador romanista y éste se enzarzara con el delantero. La tangana tuvo que ser apaciguada por todo el que acercaba por el lugar de los hechos.


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